hoy

El trabajo para mi es algo que llevo haciendo desde mi tercer año de escuela superior, lo veo como parte de mi vida, no es que no quisiera tener todos los días libres para tomar fotos, ir a la playa y leerme todos los libros que quiera en un día, pero no me molesta para nada trabajar, nunca..excepto días como hoy.
Cuando llegue a las 10am todo estaba tranquilo y me corroboraba a mi misma la hipótesis de que las personas estaban en sus casas con su familia o en la playa disfrutando del sol caribeño celebrando el día en que los españoles llegaron a Puerto Rico. Dieron las 1, hora que habitualmente muchas personas sienten la necesidad de sacar copias pero hoy nadie llegaba, así que continué haciendo trabajos menores y escuchando música.
De momento, no recuerdo bien a que hora, pero no olvido el sonido de las campanitas de la puerta, cuando la gente empezó a llegar en manada y me empeze a sentir como los taínos, invadida por personas que hablan otra lengua, tienen otras costumbres y otras formas de expresarse lo que hace que el entendimiento no exista.
El caso de hoy fue que nadie sabía lo que quería. Llegaban, veian la tienda llena y en esos minutos no podían estructurar bien una manera de pedir el servicio que deseaban, se les hacía muy dificil parece. Entonces yo y mi compañero teniamos que trabajar doble tratando de descifrar que querían, cuanta cantidad, a color o en blanco y negro.
Ya a las 5 y saliendo por la puerta recordé mis palabras de esa mañana cuando dije que prefería atender a los clientes antes de estar atras haciendo los trabajos..hasta este momento, no ha salido otra palabra de mi boca.