un día verde de sol

desde hace dias me sentía aborrecida, cansada, hasta con coraje por estar rodeada 24-7 de ruido y rebolú. necesitaba aire libre, aire limpio. hoy era el día de turismo interno-montañas con la guaguita de Jose (que en una nos asustó y pensamos que se había acabado el trip) nos fuimos para Utuado, el destino era el Lago dos Bocas. Desde que salimos de casa y nos fuimos alejando del bullicio de la ciudad el día se veia perfecto para el lago. no podía haber más sol y las montañas parecían otro país. me sentía fuera de aquí. me imaginé viviendo en una de esas casas al borde del lago, con el techo empinado como si nevara, (lo que falta es la chimenea), trabajando desde casa y donde pudiera tener tiempo para cosechar cositas y vivir bien, en paz con el agua y la tierra que me rodea. todo el mundo debe de ir a Utuado y ver ese lago, además de almorzar en donde hacen en mofongo relleno que es literalmente para raspar el plato de rico. sol, nubes, botecito, aire dándome en la cara, comida rica. después subimos más la montaña hasta llegar a Adjuntas donde nos bajamos a un break de las curvas, en la barra de Don Tito, viejito amable y con una sonrisa siempre puesta (sin complejo de la falta de un diente o dos ) y donde estaba también el desconocido de los ojos más azules que he visto en mucho tiempo y el que según Jose se parecía a Peter, el hombre de espejuelos y pelo blanco en el juego de mesa, Guess Who, el cuál nos ofreció algo de beber diciendo que nos cojió cariño.. Después de las mil curvas y el mareo que me estaba subiendo hasta darme un calor en el cuello y todo el cuerpo llegamos a Ponce. Entramos y todo parecía una escena de Puerto Rico en los años 60 o 70. Viejos sentados afuera de las casas jugando billar y tomando cerveza con bigotes largos y tan blancos como los dominos. hacen años que yo ni iba a Ponce y no recordaba lo bello que es el pueblo y lo bien que conserva nuestra cultura española en todos los edificios y calles. Entendí cuando dicen que Ponce debe de ser la capital de Puerto Rico. Hoy sentï que no tengo que irme lejos para encontrar paz y tranquilidad sino que tengo que salir del area "metro" de vez en cuando y ver otras cosas, respirar otro aire mucho mas calmado y con olor a verde. fue como una carga de baterias naturales/espirituales para seguir con la semana, con el mes, con las clases hasta que se acaben y me pueda ir a conocer otras montañas..